viernes, 20 de junio de 2014

A empujar la Vaquita

A veces, por aferrarnos
a lo que tenemos no podemos
echar a andar...

EMPUJA LA VAQUITA
Un maestro samurai paseaba por un bosque con su fiel discípulo, cuando vio a lo lejos un sitio de apariencia pobre, y decidió hacer una breve visita al lugar.

Durante la caminata le comentó al aprendiz sobre la importancia de realizar visitas, conocer personas y las oportunidades de aprendizaje que obtenemos de estas experiencias.
Llegando al lugar constató la pobreza del sitio, los habitantes: una pareja y tres hijos, la casa de madera, vestidos con ropas sucias y rasgadas, sin calzado.
Entonces se aproximó al señor, aparentemente el padre de familia y le preguntó:

"En este lugar no existen posibilidades de trabajo ni puntos de comercio tampoco, ¿cómo hacen usted y su familia para sobrevivir aquí?"

El señor calmadamente respondió: "amigo mío, nosotros tenemos una vaquita que nos da varios litros de leche todos los días. Una parte del producto la vendemos o lo cambiamos por otros géneros alimenticios en la ciudad vecina y con la otra parte producimos queso, cuajada, etc., para nuestro consumo y así es como vamos sobreviviendo."

El sabio agradeció la información, contempló el lugar por un momento, luego se despidió y se fue. En el medio del camino, volteó hacia su fiel discípulo y le ordenó:

"Busque la vaquita, llévela al precipicio de allí enfrente y empújela al barranco."
El joven espantado vio al maestro y le cuestionó sobre el hecho de que la vaquita era el medio de subsistencia de aquella familia. Mas como percibió el silencio absoluto del maestro, fue a cumplir la orden. Así que empujó la vaquita por el precipicio y la vio morir.

Aquella escena quedó grabada en la memoria de aquel joven durante algunos años.
Un bello día el joven agobiado por la culpa resolvió abandonar todo lo que había aprendido y regresar a aquel lugar y contarle todo a la familia, pedir perdón y ayudarlos.
Así lo hizo, y a medida que se aproximaba al lugar veía todo muy bonito, con árboles floridos, todo habitado, con carro en el garaje de tremenda casa y algunos niños jugando en el jardín.

El joven se sintió triste y desesperado imaginando que aquella humilde familia tuviese que vender el terreno para sobrevivir, aceleró el paso y llegando allá, fue recibido por un señor muy simpático. El joven preguntó por la familia que vivía allí hacía unos cuatro años, el señor respondió que seguían viviendo allí. Espantado el joven entró corriendo a la casa y confirmó que era la misma familia que visitó hacía algunos años con el maestro.

Elogió el lugar y le preguntó al señor (el dueño de la vaquita) : "¿Cómo hizo para mejorar este lugar y cambiar de vida?"

El señor entusiasmado le respondió:
"Nosotros teníamos una vaquita que cayó por el precipicio y murió, de ahí en adelante nos vimos en la necesidad de hacer otras cosas y desarrollar otras habilidades que no sabíamos que teníamos, así alcanzamos el éxito que sus ojos vislumbran ahora.
La moraleja samurai nos dice:

"Todos nosotros tenemos una vaquita que nos proporciona alguna cosa básica para nuestra sobre vivencia, la cual convive con la rutina y nos hace dependientes de ella, y nuestro mundo se reduce a lo que la vaquita nos brinda".

Tú sabes cuál es tu vaquita, no dudes un segundo para empujarla por el precipicio. Llegó el momento de pasar a la acción y salir de la rutina cuanto antes!

lunes, 2 de junio de 2014

Jengibre



El jengibre es una de las plantas más populares en la medicina tradicional china; además, es un antiinflamatorio natural que ayuda a combatir enfermedades respiratorias, artrosis y problemas digestivos.
Por su sabor picante y aromático se recomienda consumirlo con moderación y acompañando otros alimentos. Gracias a que es muy rico en aceites esenciales, vitaminas, minerales, antioxidantesy aminoácidos otorga muchos beneficios al cuerpo humano, como los siguientes:
Disminuye los dolores reumáticos y menstruales
Es eficaz contra la gripe y los resfriados, al favorecer la expectoración
Mejora el flujo sanguíneo, por lo que previene las enfermedades cardiovasculares
Elimina el mareo y el vértigo
Es un afrodisíaco natural, al estimular la libido
Es un antidepresivo natural
Combate el envejecimiento prematuro y reduce los niveles de estrés
Disminuye las migrañas al bloquear los efectos de la protasgladina
Previene el cáncer de colon y de ovario
Facilita la digestión
Para gozar de los beneficios de este tubérculo puedes ingerirlo a través de infusiones, en licuados, jugos, ensaladas, guisados o postres; ya sea en polvo, fresco, disecado, en tabletas o jarabes.
La única contraindicación que genera su consumo es la elevación de la temperatura corporal, por lo que no se recomienda a pacientes con fiebre. Así que si quieres gozar estos beneficios no dudes incluir el jengibre en tu dieta.
Cultivar Jengibre en casa es muy fácil.
Como cultivo de interior y en maceta crece en cualquier parte, necesita calor, humedad y no gusta del sol directo, se multiplica por rizomas, por lo que podemos usar una parte del Jengibre que tengamos en casa, simplemente ponerlo en una maceta, regar dar amor y esperar para cosechar.