martes, 23 de julio de 2013

Cuidado con lo que pides

Llegan a un restaurante un tipo finísimo con un monumento de mujer y un
pingüino detrás.
El tipo de la puerta le pregunta: ¿Mesa para dos? No, para tres, el
pingüino viene conmigo.
El mesero se queda sorprendido, pero les da la mesa y ya sentados el mesero
pregunta:
¿Señor, que desean para tomar? y el tipo dice: - A mí tráeme una copa de
Martell VSOP, un Beaujolais para la Señorita y al pingüino diez litros de
cerveza.
El mesero se queda desconcertado, pero lleva lo que piden.
Terminan y se vuelve a acercar el mesero y pregunta: ¿Señor, desea ordenar?
Si, a mí me traes por favor un filete a la pimienta, a la señorita un
chateaubriand y al pingüino 20 bistés...
Cuando termina el mesero regresa y les pregunta: Señor, ¿algún postre?
Sí, por favor, a mí me traes un pie de queso con fresas, a la señorita un
flan y al pingüino 50 crepés...
Ya terminan, y el hombre pide la cuenta. Llega el mesero con la cuenta:
Señor son U$35.400.00 más propina. El hombre le paga con efectivo y deja
una propina de U$4.000.
Ya salían cuando el mesero lo detiene: Señor, disculpe que lo moleste, pero
todo mundo esta atónito con lo del pingüino...
Bueno, déjeme explicarle: Hace una semana iba por la playa, sin querer
pateé una lámpara y resultó que era mágica, total que me sale el genio me
dice: ''Te voy a conceder 3 deseos'', y pues como ves le pedí todo el
dinero del mundo, así que para pagar una cuenta como ésta, no tengo ningún
problema. Mi segundo deseo, como puedes ver fue tener a la mujer más buena,
sumisa, sexy, guapa y hermosa de todo el mundo.
Si eso lo veo, pero, ¿y el tercer deseo...?
*Pues el tercero fue que me diera un pájaro enorme, que siempre estuviera
parado y que fuera insaciable... y me dio este pingüino.

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